miércoles, 27 de febrero de 2013

Arlekín.


Arlekines me persiguen con sus negros y blancos turbantes, con sus músicas, con su saltos.
Yo solo les miro y les abrazo.
Titubeantes vuelven a pedirme un trozo de vida, lo último ke les queda.
De pequeñas palabras se inundan sus voces, a gritos piden la cálida sonrisa de una niña para ke, al mirarles, iluminen sus ojos y vacíen sus corazones de dolor y rabia.
La niña sonríe, sus ojos se vuelven estrellas con el mismo brillo ke tienen en el firmamento y de nuevo los arlekines vuelven a tener alegría, esperanza y hálito.
Descansad esta noche arlekines de la vida , ke mañana será otro día, y de nuevo la sonrisa de una pequeña niña.

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