miércoles, 27 de febrero de 2013


¿Cómo podría pensar que iba yo a poder amarla?
Si se vestía con lujuria y se pintaba con carmín.
Si me enredaba entre sus versos y me proponía el sinfín.

¿Cómo podría pensar que iba yo a poder amarla?
Si entre sus curvas se leía un sol-la-si.

Me embaucabas cada noche, eras más fugaz
que los besos de portal
y sentada en este jodido sofá
te leo, te leo y me transportas,
te siento y me haces volar.

Porque eres tú, versos, estrofas, compás
con quien junto a las estrellas
fomentan mi otra mitad.

Tú poesía, guárdame de malhechores que yo te protegeré
de todo aquel que no sepa valorar la suavidad de tu piel.

Eres tú poesía tan transparente como ellos,
tan intensa como sus besos,
porque no me fallarás, porque eres mía.

Ven aquí que te quiero ver
ven aquí que te quiero oler,
ese fresco perfume que guardas
en los versos que me haces ver.

Poesía tu nombre y mi afán tu dolor,
déjame descomponerte como los acordes de aquel puto cantautor.
Y ahora sigue acompañándome con tu melodía,
cada noche, cada día, tú, poesía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario