lunes, 8 de julio de 2013

El oro de la república.

Un día, un amigo, un lector, un poeta escondido, me dio a conocer sus palabras, una de sus creaciones literarias. Es de especial agradecimiento que eligiera este pequeño hueco creado en uno de los inventos de la Edad Contemporánea para que aquí reposaran sus palabras.
No se si habrá hecho una buena o una mala elección eligiendo este lugar para proyectarse, pero reitero en mi agradecimiento por ser lo elegido y mis disculpas por tardar tanto en dar a conocer estos versos.
Sin más dilación, os dejo con  El oro de la República, y que aunque el autor prefiera mantenerse en el anonimato, lo llamaremos Max Wasikowska.



El Oro de la República.

A las  "Mujeres de negro".


La niebla del otero ahoga la voz del cautivo.
Todos los corazones se agitan en su sangre,
y en su seno levita un anhelo suspendido,
de besos en el aire.
*
Ven le morir de cárcel y han tirado la llave.
Se derriten las rejas al olor de tu aroma ,
valiente defensor de aquel país sin ave, 
víctima de las bombas.
*
Partir la rama seca no dará savia nueva,
el sabor de tu boca es la ilusión de mis hambres,
la Luna oculta una España mutilada y tuerta,
derrotada y sin sangre.
*
Derramaron la sangre para ocultar las huellas.
Regocijo cainita por la inmensa masacre.
Buscadores del Oro : " ¡Buscadlo en las cunetas!"
O en la Tierra de Nadie.
*
Cementerio de tumbas de olvidados soldados.
Enterrados en dunas esqueletos sin vida.
Las tapias hablan, y hablan de gritos y disparos,
de sangrantes heridas.
*
La potencia de todos aquellos inocentes,
renacerá en los campos cubiertos de amapolas,
y brotarán los mimbres vistiendo tallos verdes,
en sus más altas copas.
*
Allá donde la sosa salinizó la tierra,
primaverales lluvias arrastraron los lodos,
una esperanza libre crece verde en la vega,
yo nado en el arroyo.


Max Wasikowska

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